No quiero que mis clases consistan en memorizar largas listas de fechas y batallas. Por el contrario, creo que las clases pueden servir para desarrollar habilidades muy útiles, como aprender a hacer esquemas, mejorar la comprensión lectora, escribir con claridad o aprender a analizar la información. Por esa razón, la evaluación en mis clases se realiza empleando diversas herramientas:
Trabajo diario en el aula para aprender a hacer esquemas y realizar actividades que refuercen lo explicado.
Pruebas teóricas para comprobar si entienden y saben explicar con sus propias palabras los conceptos de la asignatura.
Lecturas para desarrollar la comprensión lectora y ser capaz de entender los conceptos que estudiamos en la asignatura.
Redacciones, en las que crean historias con la información de los apuntes, para demostrar que saben aplicar lo aprendido en clase.
Comentarios de gráficas y textos, en los que analizan información y la relacionan con lo aprendido en clase.
Trabajos en grupo que les permitan aprender a cooperar y a organizar el trabajo.
Salidas fuera del centro para conocer experiencias y lugares que complementen lo que se aprende en el aula.
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